Los científicos han descubierto facetas desconocidas sobre los perros, como la capacidad de sentir emociones y forjar lazos de amistad con sus dueños, que la muerte no puede frenar. Los perros no dejan de sorprender por su valentía, fidelidad o entrega en determinadas labores sociales. Hemos leído historias de perros que acompañan a sus dueños hasta su ultima morada, perros que han salvado personas en peligro y ahora traemos la historia de un perro que salvó a una niña de ahogarse.
Este es vivido por María Borras y su madre, grandes amantes de los animales y voluntaria en centros de adopción, que tenía seis años cuando un rottweiler le salvó la vida.
Era verano y la madre de María trabajaba en un chalé cuando su hija, que no sabía nadar, se acercó a la piscina de la casa para intentar traer una pelota que estaba en el agua. La niña cayó a la piscina. Inmediatamente comenzó a chapotear y pedir ayuda.
Uno de los perros que vivía en el chalet, un pastor alemán llamado King, comenzó a ladrar, de forma que llamó la atención del otro perro de la casa, Bruno, un rottwelier guardián.
Bruno se lanzó a la piscina y buceó bajo la niña para empujarla con su cuerpo hacia la superficie del agua, hasta que llegó su madre alertada por los ladridos del otro perro.
La niña que salvó la vida gracias al perro. “Si no llega a ser por la actuación de estos perros yo no estaría viva, por ello desde entonces tengo pasión por los animales y vivo rodeada de ellos”, explica María Borras.
}José María Gimeno Borrás / José María Gimeno Borrás / José María Gimeno Borrás
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